Cuando afrontamos una entrevista de trabajo no tenemos que tener solo en cuenta las posibles preguntas que nos pueden formular, la comunicación no verbal, nuestro nivel de idiomas o nuestra forma de vestir, pues también tenemos que prestar atención a la grafología. Lo que no decimos con nuestras palabras o no reflejamos con nuestro rostro lo puede indicar claramente nuestra letra. Nuestras cualidades psicológicas quedan al descubierto para los expertos en esta disciplina.
“La grafología pone de manifiesto aspectos del inconsciente del individuo que son inalterables e imposibles de manipular, de ahí su alta fiabilidad”, señala la grafóloga Cristina Borrell.